Para poder iluminar. Vas a sufrir y llorar. Vas a caer. Levantarte. Perderte y volverte a encontrar. Pasarás por esto tantas veces como sea necesario hasta que la lección esté aprendida.
Porque para poder iluminar a quienes a ti acudan, debes conocer de estos sentimientos en profundidad. Recorrerás tantos caminos que al mirar hacia atrás verás mil vidas en tu haber y será necesario que los recorras para reconocer las piedras y ayudar a aquellos que más tarde lo transitarán.
Sabrás de heridas y de pérdidas porque debes sufrirlas para entenderlas y debes sanarlas para cuando te toque ayudar a sanar.
Tus experiencias ya no serán sólo tuyas.
La vida no siempre es color de rosa y no es fácil aceptar que así será.
Es difícil querer ser como todos y no encajar, saber que hay quienes se acercan en busca de algo y cuando lo obtienen se van; pero cuando conjugas lo vivido con lo aprendido, lo sentido y sufrido, cuando aceptas tus virtudes, lo que eres y te reconoces, tu Ser en armonía abrirá las puertas para que te muestres como nunca antes, para que el mundo vea lo que generas al brillar.
