
Hoy toca empezar de nuevo, lamerse las heridas en nuestra cueva.
Perdonar y perdonarse.
Darse tiempo y darse abrazos… Y darse mimos.
Y toca cuidarse para dejar de cuidar a otros. Que los otros deben aprender a andar, también, solos.
Toca iniciar nuevos hábitos. Y olvidar todos los recuerdos. Guardarlos en un rincón del corazón, si son buenos. Y echarlos a la hoguera, si no fueron tan buenos.
Hoy toca empezar… Sabiendo que eres libre de ser lo que quieras. Y lo que no quieras, con un puntapié, lo alejas.
Toca empezar a conocerte de verdad. Sin rendirle cuentas a nadie, salvo a ti mism@. Saber lo que te gusta y lo que no. Lo que disfrutas y lo que aborreces.
Y toca empezar a bailar. Y toca comer nuevos manjares. Y compartir nuevas compañías.
Y toca dejar la vergüenza en una esquina. Y toca aprovechar el tiempo que nos queda…
Y disfrutar poniendo tu casa bonita. Y engalanarla con toda clase de plantas. Y recibir besos y compartir risas. Y dejar de mirarse tanto el ombligo. Para mirarte más a los ojos. Y tocar más. Tocar más tus manos… Tocar tu pelo… Tocar tu alma.
Que me importa un carajo lo que me digan: ‘Que me detengan, si tocarte no me dejan’.
Porque alguien muy sabio me dijo una vez: ‘Te vas a morir de igual modo, lo disfrutes o no. Pero si lo disfrutas, estarás honrando a los tuyos.
Y si desperdicias tu vida, de nada habrá servido.
Así que ¡vive, vive bonito y brilla!
(Eva Soly’s)