Mientras tanto respira, sonríe, agradece y guarda silencio. Camina tranquilo, disfrutando del paisaje y del camino sin hacer del sendero un medio para un fin.
Zambúllete en el viaje hacia este instante eterno aquí y ahora, y retírate dentro de ti mismo, sobre todo, cuando necesites compañía.
Suelta. Sólo suelta… No persigas a nada ni a nadie, porque al perseguirlo lo ahuyentas, lo alejas. Deja que el universo ordene las energías y tú, relájate… disfruta del concierto de imágenes, de la orquesta de sabores, y de la sublime sinfonía de aromas y sonidos.
Todo lo que esté destinado a no suceder, no sucederá, por más esfuerzos que se hagan. Todo lo que esté destinado a suceder, sucederá, por más esfuerzos que se hagan para impedirlo.
Ésta es la única y santa verdad. Todo lo que sea para ti, te encontrará. Pues aunque aún no lo creas y todavía no lo sientas: todo en este sueño ya está escrito.
Mientras tanto respira, sonríe, agradece, guarda silencio… y deja que la existencia, simplemente, haga su trabajo.
¡Tan sólo deja que el cosmos orqueste su plan divino!