Que siempre estoy sonriente. Que me brillan los ojos. Que converso con las flores y bailo en mi jardín. Dicen por ahí que creo en hadas y ángeles. Que les abro las puertas y ventanas en las mañanas y les doy la bienvenida para que inunden mi hogar de luz, alegría y bendiciones.
Dicen por ahí que hablo de “raros asuntos” como trascendencia, estar en presente, energía, inmortalidad, sanación, conciencia…
Dicen por ahí que me volví loca. Que le enseño a la gente a percibir la luz que brota de sus cuerpos… y que para colmo les muestro como se apaga cuando pensamos “feo”…
Dicen por ahí que me volví loca.Que no me rigen agendas ni horarios. Que a las comidas en mi mesa también les hablo y les digo: “Divino Sustento ¿Qué haces afuera? ¡Vamos pa´ dentro!”
Que todo me parece bien, perfecto y sincrónico. Que a lo adverso le busco lo bueno y todos los días bendigo el Bien. Que le abro las puertas por igual a budistas, evangélicos, testigos de Jehová y nueva era…
Que doy gracias cuando llueve y cuando hace sol. Que doy gracias cuando llega el transporte y cuando me toca ir un ratito a pié y otro caminando. Que lavo la ropa cantando y es igual cuando cocino, limpio y ordeno.
Que ¿Cómo es eso de que las flores me “chismean” lo que a la gente les pasa?…