A los cuarenta y más… los sentimientos son más verdaderos, las sonrisas más honestas, las miradas ya no son como antes.
Se volvieron menos sonrientes, ¡Ahora brillan más que las estrellas!
A los cuarenta y más… rompes estereotipos vanos, destrozas prejuicios estúpidos.
Desnudas la hipocresía, doblegas a los embusteros ¡Pues no hay más sabio que tu piel marcada, tus mil historias rotas, y tus cientos de victorias ganadas!
A los cuarenta y más… ya no crees en cuentos baratos, ¡Crees más en promiscuas que en decentes! Ahora tus besos son más apasionados, más delirantes, más sucios y descarados.
Tus labios ya no son pasajeros, ¡Ahora retiemblan en la piel, ahora te gimen, te gritan, se mojan, te vuelven poesía!
A los cuarenta y más… tu cuerpo no es el mismo. ¡Lo han moldeado, batallas y glorias! Ya no crees en medidas, ni pesos y cuerpos perfectos, ahora anhelas un alma perfecta, con proporciones de amores eternos, que siempre luche a tu lado. ¡Y el miedo al fracaso le pela los dientes!
A los cuarenta y más… ya no estas para dudas y cobardías pendejas, los riesgos y crisis se vuelven oportunidades. Prefieres las mentes locas, retorcidas y leales. Ya no remiendas corazones quebrados ¡Tú los construyes, los moldeas, les das vida, compartes tu vida!
A los cuarenta y más… tu corazón ya no es una ganga, no pides limosna, no suplicas, no imploras. ¡Tú escoges, tú eliges, tú enseñas! Tu amor no hace feliz a los mediocres sin alma. ¡Tu amor protege, ruboriza, cura, chorrea desbarata, aniquila en la cama!
¡A los cuarenta y más te vuelves sueño, te vuelves magia!