No sanas porque cuando llega algo bueno a tu vida lo rechazas y prefieres quedarte con lo que no te hace feliz.
No sanas porque desconoces que tú eres el origen de tu enfermedad.
No sanas porque sigues ignorando al poderoso y valioso ser que llevas dentro.
No sanas porque continúas desentendiéndote y fingiendo que todo está bien en tu mundo.
No sanas porque no te has atrevido a enfrentarte a las personas que dirigen tu vida.
No sanas porque no usas tus tijeras para cortar lazos con personas que ya no te nutren.
No sanas porque has asumido que el sacrificio es la forma de demostrar amor a los demás.
No sanas porque no usas la magia del perdón para limpiarte de ira y rencor.
No sanas porque no respetas el libre albedrío de los seres que te rodean a ser lo que son.
No sanas porque intoxicas tu cuerpo de pastillas y químicos que acallan los síntomas que hablan de desarmonía interior.
No sanas porque huyes del rey Sol, no le hablas al mar, no te pierdes en el bosque y has obviado que tú eres el sanador.
No sanas por que le pides al universo y cuando te escucha y te trata de llevar por un camino que te hará feliz, te aferras al pasado, y tú tienes libre albedrío, si no te dejas llevar, no te llevarán a la fuerza, no sanarás si no quieres sanar.