Para no caer en manos de quien quiere que «estés», pero no quiere tenerte en su vida.
Para no compartir tu energia con quien solo busca absorberla.

Para poder elegir desde la libertad de no necesitar, a quien vas a destinar tiempo de tu vida.

Para que puedas elegirte en primer lugar cuando alguien solo te quiere como opción.

Para que no aceptes ningún lugar inferior al que te das a tí misma.

Para que no aceptes «sobras» cuando tu misma puedes hacerte una gran cena.

Para que no llenes domingos, camas, ni tiempos vacíos de nadie y sepas valorar tus horas como oportunidades de vida que no vuelven.

Para que prefieras leer o escuchar cosas que te nutran, en lugar de estar esperando que te escriban para sentirte valiosa.

Para mirar por la ventana y agradecer a la vida por todo lo que tienes, y no estar deseando lo que parece faltarte.

Para que prefieras un sábado a la noche contigo, antes que buscar salir a aturdirte y «llenarte» de cosas y gente que solo consume tu tiempo de vida.

Para que puedas elegir quién vas a dejar entrar a tu energía, a tu espacio, a tu vida.

Ojalá que te tengas… Porque quien se tiene, no está con «hambre buscando comida».

Puede elegir aquello que lo nutre sin llenarse de «toxinas». Aquello que lo alimenta sin taparse con «grasa» que parece satisfacer en el instante pero luego trae vacíos más grandes.

¡Ojalá te tengas…!