Porque llevas en el cuerpo y en el alma cicatrices, pero ninguna logró detenerte. Brindo contigo por cada lágrima derramada. Porque poder llorar el dolor es una bendición.
Suele limitarse a la pareja, sin embargo la infidelidad más dañina es la que perpetramos hacia nosotros mismos, nuestra propia traición, pues la relación más importante que tienes